Déjame contarte lo que le pasó a un tipo llamado Álvaro.
Álvaro es de esos que dicen: «Nah, seguro es puro humo. Ya lo veo cuando tenga tiempo». Y así va por la vida. Cuando todos hablaban de esa cripto que disparó su valor, ¿qué hizo él? Nada, la dejó pasar. Cuando alguien le contó sobre esa oportunidad para invertir en un negocio de e-commerce justo antes del boom, ¿qué hizo él? Nada, pensó que ya habría tiempo.
Hasta que un día, Álvaro recibe una llamada de su mejor amigo. “¿Te acuerdas de aquella idea que te conté hace unos meses? La que dijiste que mejor no, que era mucha moda… Pues, hermano, me acaba de dar mi primer cheque y ahora no sé si gastármelo en un coche o irme de viaje”.
Imagínate la cara de Álvaro, escuchando aquello.
Le empezó a dar vueltas en la cabeza: ¿qué otras oportunidades he dejado pasar por miedo a moverme a tiempo? ¿Cuántas veces me quedaré fuera por estar esperando a “la señal perfecta”? Y es que el verdadero problema de Álvaro no era falta de dinero, ni de ganas. Era esa costumbre de pensar que siempre habrá otra oportunidad mejor. De quedarse cómodo en el mismo sitio mientras los demás se lanzan de cabeza.
Eso mismo le pasa a mucha gente con esta newsletter.
Cada semana mando una serie de estrategias, ideas de negocio y oportunidades que no verás en los titulares. Ideas y métodos que otros están aplicando ya, mientras tú te lo sigues pensando.
Entonces, ¿vas a ser Álvaro?
O te vas a apuntar aquí y ahora, para que no tengas que escuchar después que “te lo perdiste”.
Déjame tu correo aquí. Hazlo y deja de esperar a que te cuenten lo que los otros están logrando.